Para poder hacer el diseño de una cocina a medida, necesitamos conocer una serie de conceptos y referencias que nos ayudarán a plantear la distribución del mobiliario con respecto a las necesidades de cada uno.
Para poder diseñar una cocina, en primer lugar necesitamos saber las medidas de la estancia. Una vez tengamos estas medidas, podríamos comenzar a plantear el diseño teniendo en cuenta las necesidades e ideas del cliente.
Para hacer un diseño correcto de cualquiera de estos tipos de cocinas, debemos tener en cuenta una serie de reglas para que las proporciones sean las adecuadas con respecto al tamaño de la estancia.
En una cocina, existen tres áreas clave en la cocina, conocidas como el triángulo de trabajo. Estas áreas se diferencian entre sí por las funciones específicas que se realizan en cada una:
Para que la cocina esté proporcionada y se pueda trabajar bien en ella, se recomienda formar un triángulo entre las tres áreas, donde cada vértice del triángulo desemboque en una zona de trabajo. Por otra parte, es recomendable que cada lado del triángulo mida entre 120 y 270 cm, por lo que la suma de sus lados debe situarse entre 400 y 790 cm. Para tener libertad de movimiento, es importante que no haya ningún obstáculo dentro del perímetro del triángulo.
En el caso de tener la presencia de muebles enfrentados o una cocina en dos frentes, debe haber una distancia mínima entre ambos frentes de 120 cm. Ten en cuenta que una persona transportando cualquier tipo de menaje necesita entre 80 y 100 cm de ancho para poder hacerlo cómodamente.
En el caso de que no se pueda cumplir con la regla del triángulo porque la cocina sea de un solo frente, debe haber espacios de encimera libres entre el área de cocción, lavado y almacenaje.
Se recomienda dejar un espacio de unos 50 cm a cada lado de la vitrocerámica o área de cocción y de 60 cm si la zona de lavado está próxima al área de cocción.
Una vez detallados los aspectos que se aplican de forma concreta a cada tipo de cocina, vamos a continuar con las medidas genéricas aplicadas a todas las cocinas en su conjunto, independientemente del tipo que sea.
La altura del zócalo inferior debe ser de entre 7 y 15 cm.
La encimera suele tener un alto de entre 0,8 y 2 cm.
La altura de los muebles de cocina dependerá de la estatura de la persona que lo va a utilizar. Por lo general, las encimeras se suelen colocar a una altura de entre 90 y 100 cm.
El fondo de los muebles bajos y columnas de cocina suele estar en 60 cm, sin embargo, el fondo de los muebles altos comprenderá entre 30 y 40 cm con una longitud de entre 70 y 90 cm de alto situándose a 1,5 m desde el suelo y entre 60 y 50 cm desde la encimera.
En cocinas de tamaño reducido, no es recomendable que las puertas de los armarios tengan un ancho mayor a 40 cm para evitar entorpecer el paso.
La gran mayoría de electrodomésticos tienen una profundidad de 60 cm; sin embargo, hay modelos de frigoríficos que pueden llegar a tener incluso 90 y 100 cm de profundidad.
El horno siempre debe estar a menos de 80 cm del suelo para evitar incomodidades a la hora de trabajar, pero debe estar lo suficientemente alto como para impedir su uso a los niños.
El lavavajillas debe estar lo más cerca posible del fregadero y se debe dejar entre 100 y 120 cm para facilitar su apertura y no interrumpir el paso.
A la hora de instalar la campana extractora, se debe seguir las instrucciones del fabricante, pero por lo general suele estar situada a unos 60 cm de la vitrocerámica.
Es recomendable instalar un sistema de iluminación con contraste zonal debajo de los muebles altos, ya que de esta forma nos puede evitar la presencia de sombras creadas por la luz de techo.
Es recomendable colocar los productos de menaje en un cajón cercano al área de cocción.
No es recomendable colocar cajones en esquinas: Siempre es mejor solución colocar puertas abatibles o espacios de almacenamiento adaptables al espacio.
Colocar lavavajillas u horno en perpendicular a una pared, ya que sería complejo su acceso y maniobrabilidad.