Los electrodomésticos integrados se han convertido en una tendencia destacada en las cocinas modernas y de diseño. Su principal ventaja radica en la combinación de funcionalidad, eficiencia y estilo, logrando un espacio armonioso donde los electrodomésticos se integran perfectamente con el mobiliario.
El objetivo de esta integración es complementar el diseño de la cocina de manera estética y funcional, optimizando el espacio y creando un ambiente práctico para el día a día. Esta solución resulta especialmente beneficiosa en hogares con espacio limitado, donde cada centímetro cuenta para lograr una cocina cómoda y eficiente.
En una cocina, se pueden integrar distintos tipos de electrodomésticos al espacio disponible dependiendo de tus necesidades. A continuación te presentamos varios tipos de electrodomésticos que usualmente suelen integrarse en los frentes de cocina modernos.
Frigoríficos alineados con el mobiliario de cocina e integrado en el frente, aportando armonía visual al entorno.
Se instalan debajo de la encimera e integrado en el frontal. Se podrían modificar para que el lavavajillas tenga la misma estética que el resto del frente de cocina.
Se puede integrar en diversos lugares. Encima o debajo de la nevera, en los diversos armarios existentes, en los laterales, debajo de la encimera…
Es un electrodoméstico muy versátil que puede se puede integrar casi en cualquier lugar de la cocina.
Los hornos suelen estar instaladas debajo de la encimera o incrustados en los armarios un poco más abajo de la altura de los ojos para facilitar el trabajo con estos electrodomésticos.
El microondas, al ser un electrodoméstico más pequeño, también puede ser instalado prácticamente en cualquier lugar. Normalmente y al igual que el horno, también suele estar instalado a la altura de los ojos para poder trabajar de forma cómoda.
Integrar una lavadora en la cocina puede ser una buena idea si no se quiere disponer de una zona de lavadero. De esta forma se optimiza el espacio incorporando la lavadora debajo de la encimera de forma discreta.
Estética y armonía visual: Al estar panelados o encastrados, los electrodomésticos se integran con el mobiliario, logrando un diseño más limpio y elegante.
Optimización del espacio: La integración permite aprovechar mejor cada rincón, ideal para cocinas pequeñas o de concepto abierto.
Mayor sensación de orden: Al estar ocultos o alineados con los muebles, la cocina luce más ordenada y sofisticada.
Menos acumulación de suciedad: No hay huecos entre electrodomésticos y muebles donde se acumulen polvo y grasa.
Aumento del valor de la vivienda: Una cocina con electrodomésticos integrados suele percibirse como más moderna y de alta gama, lo que puede revalorizar el inmueble.
Mayor coste: Los electrodomésticos integrables suelen ser más caros que los convencionales, y el mobiliario a medida también aumenta el presupuesto.
Menos flexibilidad: Cambiar o actualizar un electrodoméstico puede ser complicado si el nuevo modelo no encaja en el espacio diseñado.
Instalación más compleja: Se requiere planificación precisa y en algunos casos la ayuda de profesionales especializados.
Menos accesibilidad para mantenimiento y reparación: Si un electrodoméstico falla, puede ser más difícil de desmontar y reparar en comparación con uno independiente.
Menor variedad de modelos: No todos los electrodomésticos tienen versiones integrables, lo que puede limitar la elección según necesidades específicas.