Limpiar la cocina puede ser un desafío, especialmente cuando no se tiene una rutina de limpieza frecuente. Sin embargo, siguiendo un orden bien estructurado, se puede realizar una limpieza profunda de la cocina con eficacia y sin mucho esfuerzo. Esta guía proporciona la información definitiva sobre cómo limpiar la cocina a fondo con una buena organización y conocimiento sobre dónde empezar.
Es recomendable realizar un mantenimiento diario para mantener la cocina limpia y usable, aunque se aconseja realizar una limpieza cocina a fondo al menos 2 veces al año.
Se puede limpiar la cocina en poco tiempo siguiendo estos 7 pasos fáciles: Limpiar, Eliminar la grasa, Desinfectar, Repasar, Secar, Ventilar y Retocar. Aquí te presentamos una guía sencilla para que puedas mantener tu cocina en excelentes condiciones.
Vierte un limpiador casero o un desengrasante en las puertas y encimera de la cocina. Mientras el producto va ablandando la grasa que se acumula, recoge todos los utensilios (platos, vasos, cubiertos, ollas, sartenes) y déjalos en el fregadero o introdúcelos en el lavavajillas.
Si el horno está sucio, rocía una mezcla de bicarbonato de sodio y vinagre blanco y deja que repose. En el caso del microondas, prepara en un bol vierte media taza de vinagre más media taza de zumo de limón. Introduce el bol en el microondas y deja caliente durante 5 minutos. Cuando hayas terminado de aclarar los armarios, limpia el horno y el microondas.
No te olvides de repasar otros electrodomésticos como el lavavajillas o la lavadora.
Usa un cepillo para eliminar la suciedad del sumidero y los bordes del fregadero. Después, utiliza un desengrasante para limpiar las juntas y el borde del fregadero. Por otro lado, no te olvides de los filtros de la campana extractora, para ello hierve agua con vinagre para que el vapor humedezca la zona y limpia los filtros con agua caliente.
Por último, deja que los filtros se sequen mientras se repasa el interior y el exterior de la campana extractora.
Dependiendo de la porosidad del material, se debe limpiar de una forma u otra:
Encimera con porosidad alta: Es importante sellarlo regularmente para evitar manchas y evitar la penetración de líquidos. Para limpiar la encimera con porosidad alta, basta con utilizar un detergente suave y un paño húmedo. Evita usar productos abrasivos o cepillos duros que puedan rayar la superficie.
Encimera con porosidad baja: Son resistentes y muy fáciles de limpiar y mantener. No es necesario sellarlas. Para mantener la superficie en óptimas condiciones, basta con limpiarla con un detergente suave y un paño húmedo. Si se produce alguna mancha, puedes utilizar un limpiador específico.
Si los has metido en el lavavajillas, aprovecha ese tiempo para limpiar la puerta de la cocina, los cristales y la mesa de la cocina.
Aplica un limpiador natural o comercial y utiliza un cepillo de dientes para eliminar los alimentos incrustados en los quemadores, tiradores y placas. Elimina la suciedad más persistente con una espátula y pasa un trapo humedecido en agua y jabón para aclarar.
Barre el suelo y luego limpia con una fregona húmeda. Repasa con un trapo el fregadero y las placas por si hay restos de grasa y limpia si es necesario. Agita las alfombras o esterillas para quitar el polvo y la suciedad. Por último, guarda todos los utensilios y productos de limpieza en su lugar correspondiente.
Finaliza la limpieza de la cocina con unos retoques finales. Asegúrate de que todos los armarios y cajones están bien secos, cerrados y organizados, y que los electrodomésticos están en su sitio. Si tienes plantas en la cocina, regálalas y asegúrate de que están libres de polvo. Si tienes cortinas, sacúdelas para retirar el polvo acumulado. Por último, airea la cocina para que se renueve el aire y quede fresca y libre de malos olores.
Con estos 7 sencillos pasos, tu cocina quedará limpia, fresca y libre de suciedad. ¡A empezar!